Como muchas saben, la actividad física (sin importar cuál sea) genera un sinfín de beneficios para la salud física y mental de las personas. Y cuando hablamos de “actividad física” no solamente no estamos refiriendo a la práctica deportiva o realización de ejercicios puramente físicos, sino que se considera actividad física a “cualquier movimiento del cuerpo producido por la acción muscular voluntaria y que supone un gasto de energía”. Por lo tanto actividades como las tareas domesticas, ir de compras, jugar, jardinera, subir y bajar escaleras, etc. también se consideran como actividades físicas.
Cuando comenzó la pandemia de Covid-19 una de las medidas adoptadas fueron las cuarentenas , por lo que muchas personas tuvieron que modificar su forma de vida laboral y personal. Por una parte, la vida laboral pasó a ser en su gran mayoría únicamente virtual y por otra parte las actividades deportivas y cotidianas (como las nombradas anteriormente) se debieron suspender y/o limitar aumentando los niveles de sedentarismo en la población.
Debido a lo anterior es que aumento el nivel de sedentarismo, el cual es muy dañino para las personas en muchos aspectos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “el comportamiento sedentario y los bajos niveles de actividad física pueden tener efectos negativos en la salud, bienestar y calidad de vida de las personas, mientras que la actividad física y las técnicas de relajación pueden ser herramientas valiosas para ayudar a mantener la clama y proteger la salud durante las cuarentenas”. Es por esto que se recomienda, a pesar de cualquier circunstancia y en la medida de lo posible, seguir ejercitándose, así evitaremos los riesgos de una vida sedentaria. Además, la actividad física tiene el potencial de reducir la gravedad de la infecciones por Covid-19 y también funciona como factor protector contra enfermedades cardiacas, diabetes y cáncer, los cuales son factores se riesgo para enfermedad grave y muerte por Covid-19. Así mismo, la actividad física reduce los niveles de estrés, los cuales aumentan en periodos de aislamiento, evitando enfermedades psicológicas y reduciendo los síntomas de depresión y ansiedad.
Desde hace un tiempo ya era conocida la práctica de ejercicios físicos de forma remota, pero durante este periodo pandémico y actualmente surgió una nueva y revolucionaria forma de mantenernos activos: a través de las tecnologías. Se aumentó el numero de clases a través de redes sociales, plataformas grupales y la descarga de aplicaciones para realizar rutinas de ejercicios, convirtiéndose en una excelente herramienta la hora de combatir el sedentarismo no solo durante la pandemia sino que actualmente en nuestra vida cotidiana.